La pérdida de su familia fue más difícil para Peeta de lo que dejó traslucir. Cuando finalmente tuvo sus propios hijos, pudo llenar el vacío que había sentido por tantos años.
Cada vez que Peeta tenía espasmos por culpa de su secuestro, sus hijos lo abrazaban y lo reconfortaban. Eventualmente los espasmos se volvieron menos frecuentes, las imágenes distorsionadas en su cabeza se fueron por el amor de su familia.
Cuando el padre de Peeta vio el beso entre Katniss y su hijo en la cueva durante la primera arena, él se sonrió a si mismo. A pesar de pasar casi cada minuto aterrorizado por lo que le pudiese pasar a su hijo, durante esos pocos minutos fue feliz; feliz de que su hijo no cometiese los mismos errores que él, y que haya sido valiente para admitir lo que el mismo nunca pudo hacer....decir que estaba enamorado de una chica de la veta.
A veces, Katniss se preguntaba como había hecho su madre para escoger a su padre, un pobre niño de la veta. Cuando finalmente se armo de valor para preguntarle eso, su madre le respondió ''Bueno, él me amaba más de lo que podría haber imaginado. Y cada vez que oía su voz, era tan hermosa que me dio esperanza. Él me dio la esperanza, y fue lo mejor que pude haber soñado. ¿Tiene sentido?'', Katniss sonrió y respondió ''Sí, sí. Has elegido la voz. Yo elegí el diente de león''.
Cuando Peeta apretó la mano de Katniss en la cosecha mientras se estrechaban la mano. Él estaba tratando de decirle que no era su enemigo, que no quería ni podría herirla, y si tendría que elegir entre su vida y la de ella, elegiría la de ella.
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